viernes, 29 de diciembre de 2017


Las dos se dirigen hacia la misma verdad e, incluso, muchos dicen que son lo mismo.
Pero, es obvio, hasta un niño diría que no hablan con las mismas REGLAS.
Sí, la MECÁNICA CLÁSICA todo lo tiene muy claro y las reglas las tiene MUY BIEN DEFINIDAS, o sea, conceptuadas.
Por el contrario, la MECÁNICA CUÁNTICA tiene constantemente que salvar teorías, que redefinir conceptos y que anular seguridades.

Digamos que los objetos cuánticos o las entidades cuánticas nuncan están definidas FIJAMENTE. O sea, que tú puedes comprobar que un electrón tiene una posición muy racionalmente definida pero, en cuanto a su velocidad, no, no sabes nada. O bien ya todo lo contario, que sepas de su velocidad pero… "no sabes dónde está".
He ahí que se juega con la posibilidad, con la probabilidad, con la estricta lógica, con lo que teóricamente "ha de ser así".
Por eso las diferencias son tanto de conceptos como de las propiedades tangibles. Sí, los protagonistas de la mecánica clásica tienen, sin duda, propiedades tangibles (y fijas en su experimentación); mientras que, los de la mecánica cuántica, no.

lunes, 23 de enero de 2017

Anteponer otra cosa a los principios éticos por una rentabilidad o beneficio arbitrario o particular es el VENDERSE,  así es de claro.
Aunque se justifique con demagógico poder o con incoherente buenismo con lo que sea; sí, porque tú nunca puedes poner sobre la base ética otra base con arbitrio o supeditada a intereses creados o particulares, pues sería eso condicionar la base ética a otra cosa no ética o engañarla o deliminarla o anularla ya con lo no ético-racional.  Entonces, así, por otra cosa -interesadamente- quedan vendidos los principios éticos, y eso es corruptamente rentable: otros beneficios por razón.
Lo que es bonito socialmente (costumbre, ritualidad de guerra, halago desmesurado o grandilocuente o fanático que está cerrado a la racionalidad, etc) solo es bonito socialmente (donde unos vendidos reciben premios, miles de sobreprotecciones, condecoraciones o robos de dignidad) pero, siendo bonitez forzada, carece de razón o de ética o de vergüenza (decencia ante el espejo).  Claro, si a la razón o a la ciencia le das bonitez o esencia forzada por consecuencia se queda sin esencia.